En primer lugar se encuentra la verdadera razón para gustar o aborrecer.
Luego, nos encontramos con la persona o la cosa que nos gusta o aborrecemos.
Y por último, llegamos a la supuesta razón para gustar o aborrecer.
Sólo cuando conoces los tres elementos conoces lo que esta ocurriendo en realidad.
El hecho de que la mayoría de la gente conozca esto sólo teóricamente todavía empeora más el hecho de que casi nadie aplique este conocimiento en sí mismo o en su observación acerca de lo que otros están haciendo realmente.
Los teóricos de la psicología no nos ha sido de mucha utilidad al señalar cómo funcionan las cosas en este sentido, pues han permitido a la gente decir con ligereza: “Oh si, conozco todo eso”.
El defecto mas grave ha sido no idear y poner en funcionamiento estructuras de situación donde se imponga inevitablemente la percepción del mecanismo.
Luego, nos encontramos con la persona o la cosa que nos gusta o aborrecemos.
Y por último, llegamos a la supuesta razón para gustar o aborrecer.
Sólo cuando conoces los tres elementos conoces lo que esta ocurriendo en realidad.
El hecho de que la mayoría de la gente conozca esto sólo teóricamente todavía empeora más el hecho de que casi nadie aplique este conocimiento en sí mismo o en su observación acerca de lo que otros están haciendo realmente.
Los teóricos de la psicología no nos ha sido de mucha utilidad al señalar cómo funcionan las cosas en este sentido, pues han permitido a la gente decir con ligereza: “Oh si, conozco todo eso”.
El defecto mas grave ha sido no idear y poner en funcionamiento estructuras de situación donde se imponga inevitablemente la percepción del mecanismo.
Idries Shah
