miércoles, 18 de febrero de 2009

Poniendo a prueba al discípulo



P: ¿Cuál es el propósito de poner a prueba a un discípulo, mostar al maestro qué aspectos de la persona necesitan atención, o mostrarle esto a un auditorio, o revelarle al propio descípulo sus características ocultas?

R: Puede hacerse por cualquiera de estas razones o por todas ellas. Nunca debe asumirse que se hace por una sola razón, ya que parte de su efecto puede perderse. Por ejemplo, si un maestro provoca que alguien muestre cierto comportamiento y los observadores imaginan que esto se hace sólo por el bien del individuo, puede que fallen al no aplicarse a sí mismos la lección. De modo similar, si piensan que la acción se realiza sólo para mostrarles algo a ellos o a otros, puede que no alcancen a comprender que también está dedicada al autoconocimiento de la persona así expuesta.
El gran sufí Al Ghazzali, en la sección acerca de la hermandad, en su Revivificación de las Ciencias de la Religión, recomienda el consejo de Abu-Said al Thauri: sugirió que, antes de confraternizar con alguien, deberías hacerle enfadar y luego ponerlo en contacto con alguien que le preguntase sobre ti. Si este hombre dice buenas cosas acerca de ti, dice Thauri, entonces lo puedes admitir como compañero. Puedes ver que la actitud sufí es que la armonización entre la gente no puede ser adecuada a menos que se dé a suficiente profundidad. ¿Cuántas personas que conoces superarían esta prueba?.
Idries Shah