viernes, 19 de marzo de 2010

Información y conocimiento

Cuando lo único que puedes pensar es que necesitas una conciencia superior, puede que lo que necesitas sea información, básica o avanzada, pero en cualquier caso la información adecuada.
No te rías de la mujer que el otro día me dijo: “Si no obtengo conciencia superior antes de morir, me enfureceré”, ya que puede que seas como ella, aunque utilices palabras diferentes.
Todo el mundo debe moverse fase a fase.
A menos que se hayan determinado las necesidades de una persona, sus meros deseos no significan nada.
A menos que sea consciente de sus necesidades, sus deseos le parecerán (sólo en apariencia) la cosa más importante.

miércoles, 17 de marzo de 2010

El maestro, la enseñanza y el alumno

Se dice con frecuencia que la mentalidad del oriental le predispone a obedecer las instrucciones de un maestro con una sumisión que es rara en Occidente. Para cualquiera que tenga una experiencia real en Oriente, esta creencia es tan errónea como otra generalización occidental: que todos los países orientales son más o menos parecidos.. Lo único que puede decirse sobre las actitudes orientales hacia los maestros espirituales es que abundan mas los maestros, y también que existen más pruebas de que están haciendo un bien.
Casi todos los seres humanos crecen con cierta dosis de confianza en sí mismos que se convierte en una costumbre mental. Debido a una falta muy natural de verdadero razonamiento, la idea de aceptar una guía se confunde con una perdida de libertad.
La mayoría de las personas- tanto en Oriente como en Occidente – no comprende que ponerse en manos de un experto no implica ninguna perdida de importancia personal. Inconscientemente permiten que un cirujano les extraiga el apéndice, y en cambio discuten el conocimiento o la experiencia superior de un maestro en un terreno en el que son tan ignorantes como en cirugía.

martes, 16 de marzo de 2010

El zorro asustado

Un zorro estaba corriendo aterrorizado, dando tumbos y gimiendo, huyendo precipitadamente.
- ¿Qué sucede? – le preguntó la gente - ¿Qué desgracia te obliga a correr así?
El zorro hizo un alto para tomar aliento.
- Están reuniendo a los camellos – dijo con voz entrecortada – Y me quieren poner con ellos a trabajar.
- ¡Majadero!- dijeron todos riéndose - ¿Entonces por que huyes? Tú no eres un camello. No siquiera lo pareces.
- ¡Callaos!- los interrumpió bruscamente el zorro – Yo sé que no soy un camello, y vosotros también lo sabéis. Pero esa gentuza que me sigue no se preocupa de nimiedades como esta. Basta que uno te tome inquina para que grite: “¡Mirad, allí hay otro camello”, y ¿quien escuchará unas pocas voces en medio de los aullidos de los perseguidores? Y para cuando nos distingan a todos, ya será demasiado tarde.
¡Habría muerto en el desierto con la carga de un camello en mi lomo!.

domingo, 14 de marzo de 2010

"Juan: A si, la real fama y la real riqueza no transforman a un hombre crudo
en un hombre cocido.

Miguel: No, para nada, no son factores que tengan
que ver con el estado interno, vamos a decir de plenitud, que se alcanza
solamente cuando la parte más valiosa de nuestro sistema se conecta con cierto
tipo de energías."