miércoles, 2 de diciembre de 2009

El rayo verde

¡Habeis observado alguna vez la puesta del sol en un horizonte de mar?. Sí, es indudable. ¿Habeis seguido el esplendoroso astro hasta el momento en que desaparece rozando la línea de agua con la parte superior de su disco? Es posible. Pero ¿habéis notado el fenómeno que se produce en el instante mismo en que lanza su último rayo, si el cielo, limpio de brumas, ofrece una pureza inmaculada? Acaso no. Pues bien, la primera vez que encontréis la coyuntura – poco frecuente por desgracia – de hacer esta observación, no sucederá, como pudiera creerse, que hiera vuestra retina un rayo rojo, sino un rayo verde, pero de un verde maravilloso, de un verde que ningún pintor puede obtener en su paleta, de un verde cuyo matiz no ha reproducido jamás la naturaleza, ni en las variadas tintas de los vegetales ni en los tonos de los mares mas transparentes. ¡Si en el Paraíso existe el color verde seguramente es ese, el verdadero color verde esperanza!
Este era el artículo del diario Morning Post


Una antigua tradición escocesa afirma esto: “Que dicho rayo tiene la virtud de hacer que quien lo ha visto no pueda jamás equivocarse en cosas de sentimientos; que su aparición destruye ilusiones y mentiras, y que todo el que haya tenido la fortuna de observarlo, ve claramente en su corazón y en el de los demás.”


El rayo verde
Julio Verne

martes, 1 de diciembre de 2009

Aprendiendo de los inmaduros



Un hombre llegó ante Khwaja Ahrar “Maestro de los liberados”, y le hizo una pregunta.
Cuando el Khawaja le hubo respondido, pidió permiso para irse, e inmediatamente abandonó la asamblea.
Ahrar dijo:
- Él fue sabio al hacer la pregunta.
Allama Sadrusin dijo:
- ¿Sabia él por qué hizo la pregunta?
- El no lo sabia, pero un parte de él sí lo sabía.
El Sheikh Mustafa Najur dijo:
- Él también fue lo suficientemente sabio para irse tan pronto como tuvo la información requerida.
Ahrar respondió:
- Ésa era otra parte de él. Estaba pensando que debería salir con tiempo para las oraciones congregacionales en la Gran Mezquita.
Haidar Gul pregunto:
- ¿Puede un hombre ser sabio interiormente, en alguna parte de sí mismo, cuando generalmente está bajo la impresión de que es inmaduro?
- Si no fuese así, ningún hombre podría alcanzar la sabiduría en su plenitud – dijo el Maestro Ahrar.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Los dos hermanos

Había una vez dos hermanos que juntos cultivaban la tierra y siempre compartían las cosechas.
Un día, uno de los hermanos se despertó durante la noche y pensó: “Mi hermano esta casado y tiene hijos. A causa de esto tiene necesidades y gastos que yo no tengo. Así que iré y pondré algunas bolsas mías en su bodega, lo cual es mas que justo. Haré esto al amparo de la noche, no sea que, a causa de su generosidad, no quiera aceptarlo”.
Cambió las bolsas y regresó a la cama.
Poco después el otro hermano despertó y dijo:
“No es justo que yo tenga la mitad de todo el maíz de nuestra tierra. Mi hermano que es soltero, carece de los placeres de tener una familia y por lo tanto tratare de compensarlo pasando algo de mi maíz a su bodega”.
A la mañana siguiente, cada uno quedó sorprendido al ver que tenía el mismo número de bolsas en su bodega, y no pudieron comprender cómo, año tras año, el número de bolsas seguía siendo el mismo aun cuando a escondidas, los cambiaban.

Generalmente el hombre piensa en una forma contraria a esta aunque lo niegue. Tiene miedo y una suerte de rencor ante el hecho de que pueda obtener una porción menor de lo que le corresponde, y siempre estima que merece mucho mas de lo que recibe. Es por esta forma equivocada de pensar que se encuentra en el estado en que lo vemos hoy.