sábado, 4 de abril de 2009

Relatos

Conocimiento y Comportamiento

“¿Qué es mejor: el conocimiento o el buen comportamiento”?.
Podemos responder de modo útil: “Si tienes conocimiento, no necesitas comportamiento”.
El hecho es que estas dos cosas no son alternativas. El comportamiento puede ser un sustituto del conocimiento, porque la persona que se “comporta” no sabe hacer otra cosa.
El comportamiento, por supuesto, no es nunca realmente bueno ni malo: tan sólo lo es comparativamente.
Si tienes conocimiento, tienes el comportamiento adecuado.
El comportamiento adecuado en cualquier situación puede ser en apariencia distinto por completo del comportamiento tanto “bueno” como “malo”, o puede no serlo.
Idries Shah

Fidelidad

Najmaini (el hombre de las dos Estrellas) despidió a un estudiante con estas palabras:
-Tu fidelidad se ha puesto a prueba. La encuentro tan firme y segura que tienes que retirarte.
El estudiante dijo:
-Me iré, pero no puedo entender como la fidelidad pueda ser razón para despedirme.
Najmaini dijo:
-Durante 3 años la hemos puesto a prueba. Tu fidelidad hacia el conocimiento inútil y hacia los juicios superficiales es completa. Por eso tienes que irte.

viernes, 3 de abril de 2009

“No vine aquí para ser insultado”

Hubo un hombre aquí el otro día a quien no le gusto la manera en que hablamos.
Su reacción, utilizando sus propias palabras consistió en decir “¡No vine aquí para ser insultado”! Me sentí tentado a preguntarle: “¿Dónde vas habitualmente?”
Lo que no se permitía ver a si mismo, pero si era obvio para las otras personas presentes, es que se podría comprender perfectamente que había acudido exactamente para eso.
Si te acercas a un enchufe eléctrico, metes el dedo en el y eres arrojado al suelo, el comentario apropiado no es: “¡No viene aquí para que me diese una sacudida eléctrica!”.
Las personas pueden ser insultadas sólo si deciden –conciente o inconscientemente- ser insultadas. Un insulto no es algo objetivo, como un fragmento de roca. Si a un grupo de hombres se los llama mujeres, les estarás insultando; si a un grupo de mujeres las llamas hombres, algunas de ellas se sentirán insultadas. Y así ocurre con un millón de cosas diferentes.
Las personas que tienen ese tipo de mecanismo de reacción – y en la cultura en la que vivimos, la gente que no ha asimilado suficiente información cultural sobre la neurosis, sobre el conocimiento y sobre los deseos de recibir atención y sobre el malestar que se causa cuando se frustran -, toda esa gente para nosotros son personas que no han aprendido el alfabeto y que sin embargo quieren convertirse en escritores. Primero hay un pequeño detalle de forma: tienes que ser capaz de comprender más de lo que comprendes en este momento. Y no es necesariamente nuestro deber enseñarte estas cosas elementales. Puede que dispongamos de tiempo para hacerlo, puede que no. Aprender el alfabeto puede suponer un paso para convertirse en un gran escritor. Pero cuando se trata de aprender el alfabeto, la conexión con la literatura no debe tratar de dignificarse con palabras grandilocuentes. Primero lo primero. La cosas básicas pueden ser absolutamente necesarias. Sin embargo, no por ello deben considerarse de naturaleza superior.
Idries Shah

jueves, 2 de abril de 2009

Pensamientos



Culpabilidad, Premio, Castigo

El proceso de hacer que la gente sienta culpabilidad asociada a una cosa y placer asociada a otra puede ser parte esencial del adiestramiento humano, que se inicia en la infancia.
No obstante, si tiene más conocimiento, te das cuenta de que alcanza la etapa en la cual la gente es capaz de comprender conceptos adicionales, es un perjuicio intolerable continuar relacionando todas las reacciones de todo el mundo únicamente con el proceso de premio-castigo.
Considera, por ejemplo, no sólo las tres posibilidades: “¿acaso es bueno, malo o indiferente?”, sino: “¿es acaso completo, es relevante, está ya obsoleto…?”.
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Preservando el suministro de la Hierba Pastel *

Gritar horrorizados y convertirse en agitadores es característico de algunas personas en toda comunidad humana.
¿Acaso no los ves alineados en los White Cliffs (acantilados de Dover), exclamando sobre los romanos?:
-¡Debemos defender nuestra cultura! ¡Una vez que desembarquen, nos cortarán el suministro de la hierba pastel!
Algunas veces es necesario intentar parar la entrada de una nueva idea o de un individuo que proviene del exterior; esta es la razón por la que se puede hacer que algunas personas se opongan siempre a algo.
¿Por qué no investigan a qué deberían oponerse y qué cosas deberían ser bienvenidas por su propio interés? A causa de los prejuicios han terminado creyendo que no pueden ni necesitan juzgar, así que gritan en su lugar.

*Woad, hierba pastel. Planta a partir de la cual se elaboraba el tinte azul en la antigua Bretaña; con ese color se pintaban el cuerpo los guerreros pictos en la época de la invasión romana.
Idries Shah

miércoles, 1 de abril de 2009

Acordarse de la muerte

Se cuenta también que en aquellos tiempos había muerto un hombre importante de Konia y que Maulana estaba presente en el duelo, aunque no entró en la casa donde se había producido la muerte y esperó fuera a que sacaran el ataúd para llevarlo en procesión hasta el cementerio.
Kamaluddin estaba en la puerta de la casa del difunto y saludaba a los que venían a sumarse a la procesión; y cuando fueron a bajar por fin el ataúd a la fosa, Maulana, que estaba de pie junto a la fosa, pidió oír la oración fúnebre, y convoco también a Kamaluddin; y dijo después:
-Suponiendo que se pidiera a un tal Sadruddin y a otro tal Badruddin (que ya habían fallecido) que se presentaran, saliendo de sus tumbas, no podríamos decir si cualquiera de los dos tendría “el resplandor y las bendiciones de Dios” cuando les leyeran por primera vez los registros de los Ángeles Registradores. Como todos los que “se van” se llevan consigo sus buenas obras o sus obras malas, por eso es necesario recordar el Día del Juicio, pues esta persona que ha muerto también será juzgada en virtud de sus actos.

martes, 31 de marzo de 2009

La importancia de la intención



En comparación con tiempo más antiguos, la gente de hoy en día está en una posición excelente para examinar sus acciones desde el punto de vista de la intención. La razón básica para esto es que ahora hay una fuerte consciencia de que la gente puede hacer cosas por motivos inconscientes, ignorando ellos mismos las fuentes de sus acciones.

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Tradicionalmente, por supuesto, muchas culturas se han dado cuenta que “un hombre puede haber recibido una patada de su superior, y como consecuencia le da una patada a su asno”. La intención no es dañar al asno, ni siquiera hacer que el asno se mueva. Este es un caso de la motivación tomando el lugar de la intención: puede denominarse “falsa intención”. Un observador, por supuesto, a menudo atribuirá una intención a una acción que ha presenciado, debido al deseo de explicarla: “dio una patada al asno, por lo tanto el asno había hecho algo mal”; o: “evidentemente su intención era hacer que el asno se moviese”.
Pero, para comunidades enteras, los pensamientos, palabras y acciones son el resultado de una ideología interiorizada: intención bloqueada no del individuo o del grupo, sino del inspirador, instructor y adiestrador del grupo (o sistema de adiestramiento u organización).
En el campo religioso en general solo hay una débil apreciación del papel de la “intención cristalizada” en los actos de los creyentes. Externamente se puede alabar la necesidad de tener una intención recta, y no beneficiarse personalmente de un pensamiento o acción. Pero se puede demostrar fácilmente en muchos casos que la gente –por ejemplo- hará proselitismo con otros debido a la cualidad emocionalmente satisfactoria del acto. La intención aparente, por lo que al individuo atañe, de servir a la comunidad y ayudar al prosélito, no es otra que proporcionar una satisfacción emocional al misionero.
Tras minuciosa inspección, aquellos que se oponen a este punto de vista a menudo resultan ser personas que de hecho están recibiendo tales “satisfacciones sustitutorias”.
Sin embargo, es vital que se conozca la verdadera intención de una acción. Si se trata de satisfacción emocional, entonces no hay daño alguno, siempre que exista una necesidad de esta y que además no se confunda con algo distinto: piedad, por ejemplo. Esto se debe a que hay un área del individuo donde reside la verdadera intención, más allá de la satisfacción personal. Si ésta no se desarrolla, el individuo, por muy piadoso que sea, estará viviendo una ilusión.
Idries Shah

lunes, 30 de marzo de 2009

Reflexiones



El eternalismo como vicio

La gente a menudo se revuelve inquieta cuando hablas de que las técnicas espirituales son de valor solo durante un tiempo limitado, tan solo para alcanzar objetivos específicos.
Pero esta reacción se debe al deseo infantil de “algo permanente” que es tan vago que no han sido capaces de distinguir entre lo que necesita ser permanente y lo que no sólo no lo necesita, sino que de hecho no debe ser permanente a menos que se convierta en una barrera cuando ya no se necesita.
Por supuesto, sobre este primitivo deseo de “permanencia” – en el sentido erróneo – es donde actúa la gente que mercadea con panaceas supuestamente eternas.
Pero uno puede acostumbrarse a ideas distintas a las infantiles. Una técnica o hipótesis de trabajo perece cuando se establece como regla o ley. Una manzana permanente que no pudiese consumirse sería de escasa utilidad como nutriente, por muy agradable que fuese como objeto de juego.


Toda sensación es cualitativa

Si sientes amor, alegría, excitación, interés, atención concentrada, confusión o desinterés, como resultado de estar sentado sobre un alfiler o escuchar el canto de un pájaro, todas estas sensaciones contienen alguna función negativa, cierta forma de autoindulgencia y ciertas funciones constructivas.
Esta información es el resultado del conocimiento superior, la visión panorámica, llámalo como desees.
Nunca alcanzarás un objetivo superior mediante un incremento del volumen de sensaciones si careces de la destreza para percibir su rango dentro de las sensaciones.
Sólo mediante esta última forma de trabajar aislarás la “adoración”, la “comprensión”, el “amor”, de la escoria.
Idries Shah

domingo, 29 de marzo de 2009

Cuentos

Yo mismo
Un monje le dijo a Nasrudín:-Es tal mi desinterés que nunca pienso en mí mismo, solamente en otros.Nasrudín le contestó:-Yo soy tan objetivo que puedo mirarme a mí mismo como si fuera otra persona;así es que puedo permitirme pensar en mí mismo.

Cómo lograr que continue
El Maestro Nasrudín acostumbraba a pararse en mitad de la calle los dias de mercado para que lo señalaran como un idiota.una y otra vez la gente le ofrecia una moneda grande y una pequeña, pero el siempre escogia la moneda pequeña.Un dia, un hombre bondadoso le dijo:- Maestro, debería tomar la moneda mayor. Entonces tendrías más dinero y dejarías de ser el hazmererir de la gente.- Eso podría ser cierto - dijo Nasrudin -, pero si yo siempre escojo la mayor, la gente dejará de ofrecerme dinero, para demostrar que soy más idiota que ellos. Entonces no tendria ninguna de las dos.

Un bocado
Nasrudín visitó a un clérigo que tenía fama de tacaño, quien le preguntó:- Maestro, ¿te gustaría comer un bocado?Cuando la comida llegó, el maestro observó que efectivamente no era más que un bocado.Casualmente en ese momento un mendigo se asomó por la ventana. Y el clérigo le gritó:- ¡Vete, o te romperé la cabeza!- Hermano - le dijo Nasrudín - aléjate volando. Tengo experiencia para asegurarte que este hombre nunca exagera.

Reflexiones

La polilla y el hollín

P: La gente habla acerca de evolución psicológica y espiritual. ¿Es esto engañoso? Si las formas físicas cambian en respuesta a la interacción entre fuerzas internas y externas, ¿Cómo puede ocurrir esto en áreas más sutiles? Me parece como si estuviésemos hablando acerca de lavado de cerebro e indoctrinación si trabajamos en la mente humana de un modo análogo a los procesos evolutivos.

R: Esta es una pregunta interesante, ya que nos permite explicar algo que define la diferencia (no la similitud) entre la modelación mental y el aprendizaje.
Comencemos con la verdadera historia, muy popular actualmente, de la biston betularia gris claro, una polilla común de Manchester, en Inglaterra.
El cuerpo y los colores de las alas de este insecto eran grises, una forma de camuflaje protector que le permitía fusionarse con su entorno de bosques y escapar de los pájaros que de otro modo le habrían matado. Algún tiempo después de la gran industrialización de Manchester en el siglo XIX, era tal el predominio de depósitos de hollín en muchas superficies, que las polillas comenzaron a verse contra el trasfondo tiznado. Se observo entonces que, mediante la interacción de sus características genéticas con el entorno más oscuro, las polillas comenzaron a oscurecerse. Tras medio siglo, la abrumadora mayoría de las que nacían eran negras.
Este desarrollo ocurrió también en muchas otras áreas industrializadas en todo el mundo.
En el campo social ocurre algo muy similar. Pon a alguien entre gente que viste ropa diferente, entona ciertas canciones, lleva a cabo practicas poco habituales y ¿Qué obtienes? Este individuo rechazara el nuevo entorno, se mantendrá al margen de el o lo imitara. Dependerá de si él (o ella) encuentra comodidad y seguridad. En el caso de la gente con una idea bien definida de su propia identidad, y con una comunidad con la cual identificarse, puedes esperar rechazo o falta de efecto. Encontraras fácilmente imitaron entre quienes se siente indecisos, desplazados y temerosos. Este “converso” habrá hallado lo que imagina que es seguridad.
Idries Shah