sábado, 23 de mayo de 2009

El arquero

El campeón de los arqueros del pueblo de Salima se quejaba de no tener rival.
- Estas gentes, los salimitas, no son arqueros, y por tanto no pueden juzgar mi grandeza.
Lo repetía una y otra vez, a cualquiera que lo quisiera escuchar, y convenció a todos de su infelicidad.
Un día, cierto maestro sufi pasó por el pueblo, y se detuvo a beber un poco de té.
En la casa de té la gente le habló del sufrimiento del arquero.
- El pueblo cree que esta sufriendo - dijo el sabio-, pero de hecho el Altísimo ha sido generoso con ese hombre. Si se le hubiera colocado entre arqueros, estaría con el miedo constante de ser vencido. Si realmente hubiera necesitado adversarios de su misma categoría, nada le hubiera impedido encontrarlos.
Hasta que el hombre – y su audiencia – puedan escuchar el mensaje sin palabras y olvidar el mensaje verbal, permanecerá encadenado.

viernes, 22 de mayo de 2009

Charla año 1997

En el funcionamiento de un grupo son comunes los celos, la competencia, la rivalidad, como en una familia. No hay respuesta rápida para esto. Si estos elementos se corren de lado, entonces viene la calma. En una situación de competencia entre Amigos, si uno toma distancia, ya sea física o mental, y se pregunta… ¿Quién va a ganar?....gané…y ¿para qué gané?... ¿una victoria sobre un Amigo?...En una situación de póker uno puede sentirse feliz porque le gana a otro. Pero en otra situación…¿a quién ganamos?
En una situación de celos y competencia entre dos amigos, y uno gana… ¿Qué ganó?; en una situación de tipo económico uno puede ganar, pero en una situación entre Amigos, dentro de ese contexto es diferente. Puede haber si diferencias de opinión o una discusión, pero no recomiendo los celos, ni la envidia, ni la competencia, ni subir a una escalera para llegar al poder. No quiero decir que no existan las escaleras del poder en lo comercial o económico, pero ¡No! en otra situación ¡No!, yo los estoy viendo y digo ¡No! ¡No! ¡No!. En una situación económica, política, social, la ambición es correcta, pero en un contexto entre Amigos no hay que escalar esa escalera porque: ¡no hay escalera!, y si no hay escalera ¿Qué estamos haciendo? Lo que estamos haciendo es seguir nuestra intención.
Si nos queremos pelear, estar celosos o competir entre nosotros ¡No!, para competir es ¡conmigo!

Omar Ali Shah

jueves, 21 de mayo de 2009

La situación de “Trabajo” I

Como en una empresa ordinaria, la situación de “Trabajo” tiene ciertos requisitos mínimos. Si queremos hacer una mesa debemos tener madera, clavos, trabajo y pericia.
Supongamos que un hombre quisiera amueblar una casa, y tuviese materiales y ayudantes, pero que en su población no se conociera el amueblamiento de casas. Supongamos además que resultase inoportuno o imposible explicar la totalidad del proyecto a la gente que se encontrase con el. La gente está dispuesta a ayudarle y el les informa que ellos también se beneficiarían. ¿Que hace este hombre?
El reúne, o hace que se reúnan los materiales. Estos los adapta o pide que los adapten para el propósito que tiene en su mente. Cuando cuatro patas y un tablero de madera están listos, realiza señales en la madera y dice: “clavad estos clavos aquí, fijando estos trozos de madera a este otro trozo de madera”.
Cuando esto se ha realizado, la mesa esta terminada. Entonces se ve que es un objeto cuyo uso se puede demostrar. Su relación con otros objetos: sillas, por ejemplo, también se vuelve aparente en una de sus varias funciones.
Nuestro hombre es un carpintero, cuyo objetivo no es la carpintería sino amueblar una casa. El único modo de hacerlo en este caso es hacer que sus ayudantes trabajen como carpinteros.
Para el principiante, la totalidad de la empresa es confusa y difícil de comprender. Cuando se le dice que tome un trozo de madera y lo alise, no ve el propósito. Primero quiere ver la mesa. Se le tiene que asegurar que al alisar este trozo de madera (que se convertirá en algo al final) esta participando en un trabajo. De hecho, se encuentra en una situación de trabajo, pero quiere que se le describa. El describirlo puede hacer peder el tiempo disponible para terminar la tarea.
Cuando se esta organizando una actividad de conjunto, es inevitable que los aspirantes a carpinteros trabajen en la oscuridad.
El gran maestro afgano Rumi utilizo una vez esta alegoría. Cuando se esta construyendo una tienda de campaña – dijo él – algunos trabajan con las cuerdas, algunos con las lonas, otros con las estacas. Para cada uno es importante su tarea. Cuando cada uno la ha terminado, he ahí una tienda.
En nuestra tarea siempre debemos recordar que nos encontramos en una situación de trabajo. La comprensión individual de su significado es menos importante – y con certeza, menos posible- que el llevar a cabo las tareas con efectividad. Innumerables organizaciones, de las cuales sólo queda la cáscara, han surgido para proporcionar un formato comprensible o incluso misterioso para llevar a cabo trabajo de este tipo.
Es un mal signo que una persona sea seducida mediante las apariencias.

Idries Shah

miércoles, 20 de mayo de 2009

La máquina

El otro día me encontraba con un eminente científico que también es inventor. Me estaba explicando un nuevo mecanismo para ahorrar trabajo. Yo le dije:
-Sí, es maravilloso, pero la máquina necesita que la cuiden. ¿No podrías automatizarla de modo que el ama de casa no tuviese que llevar a cabo varias operaciones cada vez que suena la alarma? Sin duda interferirá en su tiempo.
El respondió:
-Esta máquina es un “hibrido” de tecnología y psicología.
Mediante pruebas hemos descubierto que al ser humano le gustará y comprará una máquina si piensa que no puede funcionar sin él.
Esta criatura asustada es el señor de la creación: el hombre del siglo XX, el verdadero, no el mítico que pretende ser.

Idries Shah

martes, 19 de mayo de 2009

Justificación



P: ¿Cómo puede usted justificar el influir en la gente en contra de sus deseos? ¿Puede alguna vez algo bueno proceder de engaño?

R: No sé nada respecto de influir a la gente en contra de sus deseos, y tienes que estar muy seguro de que sabes lo que dices al referirte al engaño.
Tomando en primer lugar el segundo punto, pudrías denominar engaño a hacer algo sin el conocimiento de otra persona. Bien, ¿Qué me dices acerca de la caridad secreta?, ¿y acerca de ayudar a alguien mientras se aparenta que no se hace?. Es muy posible que tu idea de engaño tenga defectos, por así decirlo suavemente; la gente utiliza esas frases hechas sin pensar acerca de ellas. Por lo que respecta a influir en personas en contra de sus deseos, escucha una historia.

El hombre que rehusaba la medicina

Érase una vez un hombre que se dirigió a un doctor y dijo:
-Sé que la medicina no ayudará en mi enfermedad; tanto debido a mi experiencia con los doctores como a través de mis propias creencias. Quiero que me cures, si eres tan sabio como dicen, sin el uso de medicinas.
El doctor le dio un bastón y le dijo:
-Toma este bastón y úsalo para paseos de cinco kilómetros cada día durante 20 días, y luego regresa ente mí.
Cuando volvió, el hombre estaba curado. El doctor le dijo:
- Tú no creías en la medicación, de modo que puse un medicamento pulverizado en el asa del bastón. Cuando tu mano sudaba, el polvo actuaba en tus tejidos.

Por lo que respecta a actuar en contra de los deseos, ¿Cuál era el verdadero deseo del paciente, ser curado o evitar la medicación? Te aconsejo que evites el pensamiento confuso que resulta de aceptar ideas de segunda mano y desarrolles algo de tu propio pensamiento.
Idries Shah

lunes, 18 de mayo de 2009

Bombardeo



Cuando la autoestima de alguien está ligada a su “búsqueda espiritual”, puede lograr muy poco hasta que haya visto que ésta es una conexión equivocada. En general, por supuesto, las personas son inconcientes de que se enorgullecen de ser serios “viajeros en el Camino”, o como quiera que lo llamen. Con frecuencia imaginan que son humildes: pero esta humildad a menudo se puede mostrar fácilmente como un ropaje inconsciente que encubre un sentido de importancia personal.
Un joven vino a verme. Había leído muchos libros acerca de asuntos espirituales, pero sentía que “su fe en el Sendero estaba titubeando”. El quería que yo la restaurase, y que fuese su maestro. Este tipo de acercamiento, a menudo hoy en día – en consonancia con los anales sufis del pasado – se descubre que es una demanda de atención, no de conocimiento.
Le pregunté si le agradaría una alegoría de su historia, estado presente y deseos. Se alegro y dijo algo así como “¡no me atrevía a pensar que me daría algo tan amplio y comprensivo!”.
Yo quería demostrar si “comprensivo” significaba por su parte tan sólo adulación. Así que le conté la siguiente anécdota:

Un joven soldado estaba en una trinchera resguardándose de un bombardeo. De repente observó a su viejo oficial de reclutamiento a su lado. El joven dijo:
-¿Recuerda cuando yo era un recluta en potencia cómo me hablaba acerca de los placeres de la vida del ejercito, y cómo, si me alistaba, me libraría de los horrores de la monotonía civil?
-Sí- dijo el reclutador.
-Bien –continuo el joven- ¿haría el favor de decírmelo de nuevo, ya que encuentro que mi entusiasmo se debilita?

Mi visitante, quien al principio me había escrito suplicando tener una entrevista y jurando aceptación total y eterna de cualquier cosa que pudiese decir, se molestó bastante…

Idries Shah

domingo, 17 de mayo de 2009

Un cuento de Nasrudin sobre sueños

Estaba viajando Nasrudin con un compañero a través del desierto de Gobi, y hacia mucho calor, andaban muy escasos de agua, hasta que llegó el momento en que solamente les quedó una botella de agua. Ambos estaban terriblemente sedientos, tenían las bocas secas y casi estaban alucinando. Entonces, decidieron irse a dormir muy pronto, levantarse muy temprano por la mañana, y compartir al día siguiente la última botella de agua antes de intentar llegar al próximo oasis.
Ambos se despertaron temprano a la mañana siguiente y el compañero de Nasrudin descubrió que la botella estaba vacía. Como tenia la garganta tan seca, le graznó a Nasrudin:
-¿Por qué terminaste el agua? ¿Cómo pudiste hacer algo así?
Nasrudin dijo:
-Tú sabes que ambos somos derviches, y que hemos jurado seguir las órdenes de nuestros maestros. Anoche tuve un sueño. En esta visión, Mevlana Rumi me dijo: “Nasrudin, bebe tu agua, toma tu parte ahora”.
Entonces, el otro derviche le dijo:
-Si, pero él dijo, bebe tu parte, tu porción del agua… ¿Por qué terminaste toda la botella?
Y Nasrudin dijo:
-Bueno, es obvio, mi parte era la mitad inferior de la botella…