martes, 19 de mayo de 2009

Justificación



P: ¿Cómo puede usted justificar el influir en la gente en contra de sus deseos? ¿Puede alguna vez algo bueno proceder de engaño?

R: No sé nada respecto de influir a la gente en contra de sus deseos, y tienes que estar muy seguro de que sabes lo que dices al referirte al engaño.
Tomando en primer lugar el segundo punto, pudrías denominar engaño a hacer algo sin el conocimiento de otra persona. Bien, ¿Qué me dices acerca de la caridad secreta?, ¿y acerca de ayudar a alguien mientras se aparenta que no se hace?. Es muy posible que tu idea de engaño tenga defectos, por así decirlo suavemente; la gente utiliza esas frases hechas sin pensar acerca de ellas. Por lo que respecta a influir en personas en contra de sus deseos, escucha una historia.

El hombre que rehusaba la medicina

Érase una vez un hombre que se dirigió a un doctor y dijo:
-Sé que la medicina no ayudará en mi enfermedad; tanto debido a mi experiencia con los doctores como a través de mis propias creencias. Quiero que me cures, si eres tan sabio como dicen, sin el uso de medicinas.
El doctor le dio un bastón y le dijo:
-Toma este bastón y úsalo para paseos de cinco kilómetros cada día durante 20 días, y luego regresa ente mí.
Cuando volvió, el hombre estaba curado. El doctor le dijo:
- Tú no creías en la medicación, de modo que puse un medicamento pulverizado en el asa del bastón. Cuando tu mano sudaba, el polvo actuaba en tus tejidos.

Por lo que respecta a actuar en contra de los deseos, ¿Cuál era el verdadero deseo del paciente, ser curado o evitar la medicación? Te aconsejo que evites el pensamiento confuso que resulta de aceptar ideas de segunda mano y desarrolles algo de tu propio pensamiento.
Idries Shah