miércoles, 15 de julio de 2009

Isa y los escépticos

Es relatado por el Maestro Jalaludin Runi, y por otros, que un día, Isa, el hijo de Miryam, caminaba por el desierto cerca de Jerusalén con un grupo de personas en las que la codicia aun estaba fuertemente arraigada.
Le rogaron a Isa que les dijese el Nombre Secreto con el que revivía a los muertos.
El dijo: “Si os lo digo, abusareis de él”.
Ellos dijeron: “Estamos listos y preparados para tal conocimiento; además, reforzará nuestra fe”.
“No sabéis lo que pedís”, respondió, pero les dijo la Palabra.
Poco después, esta gente se hallaba caminando por un lugar desierto cuando vieron un montón de huesos blancos. “Pongamos a prueba la Palabra”, se dijeron los unos a los otros; y así lo hicieron.
Tan pronto como la Palabra fue pronunciada, los huesos se recubrieron de carne y se transformaron nuevamente en una voraz bestia salvaje que los destrozó.
Aquellos dotados de razón comprenderán. Aquellos con poca razón, pueden adquirirla mediante el estudio de este relato.

*******
El Isa de la historia es Jesús, el hijo de María. Contiene una idea similar a la de El Aprendiz de Brujo, y también se la encuentra en la obra de Rumi. Además, aparece una y otra vez en leyendas orales derviches sobre Jesús, y existe una gran cantidad de estas leyendas.
La Tradición invoca como a uno de sus famosos “repetidores” a Jabir, hijo de
el- Hayyan (el Geber latino), que también es el fundador de la alquimia cristiana. Fue uno de los primeros en llevar el nombre de Sufi.
Murió alrededor del año 790. Originalmente fue un sabio, y de acuerdo con autores occidentales, hizo importantes descubrimientos en el campo de la química.