viernes, 25 de diciembre de 2009

El milagro del derviche real

Se relata que el maestro sufi Ibrahim ben Adam, estaba sentado un día en un claro de un bosque, cuando dos derviches errantes se acercaron a él. Les dio la bienvenida y hablaron de temas espirituales hasta el anochecer.
Tan pronto como llegó la noche, Ibrahim invitó a los viajeros a que fuesen sus huéspedes a comer. Inmediatamente después de aceptar, una mesa llena de los más exquisitos manjares apareció ante sus ojos.
- ¿Durante cuánto tiempo has sido derviche? – preguntó uno de ellos a Ibrahim.
- Dos años- contestó.
-Yo he seguido el Camino Sufi desde casi tres décadas, y nunca se me ha manifestado la capacidad que has mostrado ante mi – dijo el hombre.
Cuando la comida estaba por terminar, un personaje extraño, cubierto con un manto verde, entró en el claro. Se sentó y compartió la comida.
Todos se dieron cuenta por un sentido interno que era el Khidr, el guía inmortal de los sufies. Esperaron a que compartiera con ellos algo de su sabiduría.
Cuando se levantó para irse, Khidr simplemente dijo a los derviches:
- Ustedes dos se preguntan a sí mismos acerca de Ibrahim, pero ¿a que han renunciado ustedes para poder seguir el Camino Derviche?. Ustedes renunciaron a las expectaciones de seguridad y de una vida ordinaria. Ibrahim ben Adam abdicó la soberanía del Sultanato de Balkh para hacerse sufi. Esa es la razón por la que está mas adelantado que ustedes. Además, ustedes, durante sus treinta años, han obtenido múltiples satisfacciones por medio de la renuncia misma. Este ha sido su pago. Él siempre se ha abstenido de pedir pago alguno por su sacrificio.
Al momento, Khidr se había ido.