El maestro Nasrudin desapareció una vez durante tres semanas sin presentarse para nada en la oficina donde trabajaba.
Cuando regresó, fue llamado al despacho de su jefe.
- ¿Dónde has estado, Nasrudin? Usted no puede ausentarse durante semanas y semanas sin permiso previo.
- Yo solamente he seguido sus instrucciones.
- Haga el favor de explicarse.
- Entré en su oficina para pedir unas vacaciones. Usted no estaba, pero vi sobre su escritorio un letrero que decía: “HAGALO AHORA MISMO”. Y es lo que hice.