El deseo de un “despertar”, con frecuencia utilizado como un término técnico, puede o no ser acompañado por la información y experiencia esenciales que preceden a este estadio. La enseñanza, por su parte, es llevada a cabo – y es capaz de cruzar los limites ideológicos- gracias a un conocimiento del objetivo: un objetivo que, en el peor de los casos, es postulado como una suposición de que existe; en el mejor de los casos es vislumbrado y desde entonces es el sujeto de repetidos intentos para idear una forma de recobrar ese vislumbre. La hipótesis de trabajo o el marco tradicional suministra la estructura por la cual el supuesto iluminado intenta aproximarse a esta meta. En el caso de la escuela, el conocimiento solo suministra las bases sobre las cuales puede ser ideada la estructura.
“Una vez que conozcas el fin, puedes idear los medios”.
El fin no justifica los medios: los suministra. Los medios, empleados en este sentido, son la estructura mencionada en algunos escritos como “La Obra”.
