sábado, 16 de enero de 2010

La danza de la personalidad

El estudio de la personalidad es el estudio del yo inferior.
Quizás hay algunos individuos excepcionales que son criados en un ambiente ideal con padres maduros e iluminados, gente que tiene la fortuna de poseer una personalidad equilibrada, moldeada por la franqueza, la amistad, la confianza, la generosidad, la paciencia y otras cualidades de la Esencia. Pero ¿qué hay de la gran mayoría que tienen su cuota de inseguridad, recelo, envidia, egoísmo e impaciencia?
La mayor parte de nuestro trabajo es con nuestro yo inferior, el ego e intelecto, incluyendo la personalidad. No necesitamos trabajar sobre nuestro Yo superior; no hay nada que hacer con este Yo salvo tomar contacto con él, escucharlo y volverse consiente de su guía. Es la personalidad la que necesita ayuda y entrenamiento, pero sólo puede ser entrenada por el Yo superior. Con conciencia puedo usar y dirigir lo que tengo. Como un pintor, puedo aumentar la gama de colores de mi paleta. Qué colores use dependerá de las necesidades del momento. El alma – que es un rayo del Espíritu, y transporta los atributos de percepción, amor, y voluntad- puede dirigir la personalidad.

Kabir E. Helminski