lunes, 1 de marzo de 2010

Abu Tahir



Mir Abu Tahir atrajo a muchos estudiantes por medio de sus brillantes discursos y por las epístolas que hacia circular, las cuales eran favorablemente comentadas por los pensadores más grandes de la época.
Sin embargo, cuando la gente se congregaba para oírlo hablar personalmente, solo podían hacer que repitiera una sola frase:
- El deseo del mérito, no del hombre.
Esta admonición se dio varias veces al día durante 5 años. Algunos fueron con el sabio Ibriqui, y le suplicaron que les diera alguna explicación de la extraña conducto de Abu Tahir.
Ibriqui dijo:
- Ustedes se quejan porque el Mir dice algo con regularidad. Pero no se quejan de que el sol salga y se oculte todos los días. Sin embargo, estas dos cosas son lo mismo. Como el sol, el Mir está haciendo algo valioso. Si ustedes no hacen uso de ello, él debe continuar “brillando” para beneficio de aquellos que pueden beneficiarse o para ustedes cuando puedan beneficiarse.