sábado, 13 de marzo de 2010

Ausente

El Maestro Sufi Halqavi fue desafiado a presentarse ante cierto rey y decir inmediatamente algo negativo, una marca de irreverencia que pudiese muy bien costarle su vida.
El aceptó el desafío sin ningún titubeo.
Tan pronto como fue introducido en la sala del trono, el rey - de carácter caprichoso - dijo:
- Ya que tienes la reputación de ser tan inteligente, te ordeno, para mi diversión, que digas algo que nadie que está presente pueda nunca decir.
Sin la menor pausa, el Sufi dijo:
- No estoy en tu presencia.