viernes, 22 de octubre de 2010

Cuento 11

Algunos preguntaron a un sabio:”Si un hombre está solo con alguien tan bello como la Luna, la puerta está cerrada y todos duermen. Mientras los bajos apetitos imploran y la lujuria muestra sus colmillos – como dicen los árabes: “el dátil está maduro y el guardián reposa –¿ podría cualquiera, por el poder de la abstinencia, mantener el dominio de la situación y permanecer seguro?” El contestó: “Si se mantuviera a salvo de la bella, no escaparía a las lenguas de los mal pensados”.

Aunque un hombre pueda estar a salvo de la perversidad de su corazón,
No estaría a salvo de los malos pensamientos de sus enemigos.
Un hombre puede contenerse de una acción
Pero no puede contener las lenguas de los hombres.