jueves, 5 de febrero de 2009

Marchito

P: Ahora mucha gente comprende muy bien que el tradicionalismo por sí mismo es inútil para el aprendizaje, por muy atractivo que sea experimentarlo. Pero ¿Cómo sabremos si estamos experimentando y no aprendiendo cuando el elemento vital en una enseñanza está exhausto? ¿Y cómo sabremos dónde seguir buscando?

R: Este problema no es nuevo, y se ha reflejado en estas palabras:"Una abeja sabe cuándo una flor está muerta y la evita. Pero un hombre o una mujer no sabrán cuando una enseñanza se ha marchitado". La abeja, compréndelo, posee la facultad de reconocer el néctar y su ausencia. Pero el ser humano, para volverse tan eficiente como la abeja de la parábola, debe confiar en esas cosas que desarrollan su "facultad de percepción del néctar". Su único problema, en general, es asumir que ya lo posee.

IDRIES SHAH