Éranse una vez dos ranas que saltaron a un balde de leche. La primera rana era lógica y, dandose cuenta de que no podía salir, abandonó serenamente toda esperanza y se hundió. La segunda, aunque no sabía cómo salir, mantuvo su esfuerzo durante horas. En el curso de los acontecimientos, la leche se convirtió en mantequilla, la suficiente para que la rana superviviente pudiera saltar fuera del balde.
R: Como es habitual, se te ha contado la historia en una versión defectuosa. No finaliza ahí. El final de la historia es :"El tumulto causado por los esfuerzos de la rana superviviente alertó a una grulla, que tan pronto como la rana saltó fuera del balde, le dio un zarpazo, la empaló con su pico y la convirtió en su comida".
P: ¿Y entonces?
R: De hecho había una tercera rana en el cuento. La rana sabía hacer mantequilla. Cuando al grulla se hubo alejado, la rana saltó dentro, terminó el proceso de hacer mantequilla al agitarla de un lado para otro, llamó a unas amigas para dar a la prmera rana muerta un entierro digno, y luego se comieron la mantequilla.
P: ¿Y qué ocurrió con el pobre dueño de la leche, la perdió...?
R: No puedes tener todo al mismo tiempo: él aparece en otra historia.
IDRIES SHAH
