domingo, 8 de febrero de 2009

Miedo



Tengo dos historias sobre el miedo. Una de ellas es una vieja historia de Solomon Schwartz y la otra mí,. Él dijo : "El miedo llamó a la puerta; la fe abrió, y no encontró nada".
Una noche, mis hijos estaban llorando en su dormitorio, y les pregunté: "¿Qué pasa?".
"Hay un lobo en el jardín", contestaron, y para ellos era real.
Así que les dije:"Bueno, no me gusta tener lobos en el jardín, es deplorable. Pónganse sus batas. Yo tomaré una linterna y un arma, y vamos a ir juntos al jardín y miraremos debajo de cada arbusto y alrededor de cada árbol, y si el lobo está ahí, disprararé.
"¿Tenemos que mirar en algún sitio?", pregunté; "¿Qué te parecen esos árboles?, echemos un vistazo".
Miramos y no había ningún lobo. Así que dije:"El lobo se ha ido"; y el resultado fue doble: primero, buscamos al lobo durante unos diez minutos y, como resultado, los niños durmieron durante ocho horas. En segundo lugar supieron que si hubiera un lobo, o un oso o cualquier otra cosa horrible, papá se haría cargo de la situación.
Pero este tipo de miedo puede convertirse en algo bastante real, y debe abordarse con mucho cuidado y reducirse. Necesita diluirse con delicadeza y no simplemente ignorarse diciendo: "¿Qué dices, miedo?; no hay razón para tener miedo. Ahora vamos a ver tus problemas".
OMAR ALI SHAH