martes, 3 de marzo de 2009

El Jardín de las Rosas



Cuento 8

Se le preguntó un día a Hurmuz, el hijo de Noshirvan:
-¿Por qué ha puesto en prisión a los ministros de su padre?.
El respondió:
- Yo no les encontraba defectos, salvo un terrible miedo de mí que ellos llevaban en su corazón y además no tenían entera confianza en mi palabra. Yo temí que se agruparan contra mí para destruirme y conseguir su propia seguridad; además he puesto en práctica la máxima del Sabio:
“Teme, querido sabio, a aquel que tiene temor de ti, aun
Si en un combate tú puedas ser cien
Veces superior a él.
La víbora muerde el pie del aldeano por temor
A que él le arroje una piedra.
¿No habéis visto nunca a un gato desesperado que desgarra
Los ojos de un leopardo?”.
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Cuento 12

Un monarca injusto preguntó a un devoto personaje qué acto de piedad confería mayor mérito.
El respondió:
- Vuestra siesta pues durante ese corto momento vuestro pueblo está libre de vuestra tiranía.
“Yo he visto a un tirano dormido a mediodía.
Y pensé: Sería preferible que él durmiera siempre.
Cuando un hombre está mejor dormido que
Despierto,
Seguramente, está aún mejor muerto que
Vivo”.
Saadi de Shiraz