viernes, 17 de abril de 2009

El maestro, la enseñanza y el alumno


"Tú solo no puedes hacer nada: busca un Amigo. Si pudieras probar la mínima porción de tu insipidez, la detestarías".
Nizami, Tesoro de Misterios

Se dice con frecuencia que la mentalidad del oriental le predispone a obedecer las instrucciones de un maestro con una sumisión que es rara en Occidente. Para cualquiera que tenga una real experiencia en Oriente, esta creencia es tan errónea como otra generalización occidental: que todos los países orientales son más o menos parecidos. Lo único que puede decirse sobre las actitudes orientales hacia los maestros espirituales es que abundan más los maestros, y también que existen mas pruebas de que están haciendo un bien.
Casi todos los seres humanos crecen con cierta dosis de confianza en sí mismos que se convierte en una costumbre mental.
Debido a una falta muy natural de verdadero razonamiento, la idea de aceptar una guía se confunde con una perdida de libertad. La mayoría de las personas – tanto en Oriente como en Occidente- no comprende que ponerse en manos de un experto no implica ninguna perdida de importancia personal. Inconscientemente permite que un cirujano les extraiga el apéndice, y en cambio discuten el conocimiento o la experiencia superior de un maestro en un terreno en el que son tan ignorantes como en cirugía.
Idries Shah