viernes, 8 de mayo de 2009

Caminando



Se dice: “No intentes correr antes de que puedas caminar”.
No dicen: “No intentes caminar antes de que puedas gatear”, tan sólo porque tal consejo tendría que darse a un niño que, a esa edad, no seria capaz de comprender las palabras.
Pero cuando estamos tratando con adultos alfabetizados, que comprenden las palabras, y tenemos que decir el equivalente de “no intentes caminar antes de que puedas gatear”, todo lo que obtenemos es la pérdida de interés o el desánimo de la audiencia.
¿Por qué si uno habla describiendo la realidad debe considerarse que está atacando o que habla bajo un arranque de genio? Con toda probabilidad porque quien escucha no está escuchando el significado, ni siquiera el tono de voz. Está escuchando las palabras que resuenan a través de cierta hostilidad dentro de él mismo.
Yo nunca he aprendido nada siendo lo que suele considerarse como condescendiente. He aprendido siendo lo que tan sólo puedo denominar “transparente”.


Idries Shah