lunes, 4 de mayo de 2009

Un mundo propio

A menudo se dice, y casi con tanta frecuencia se ve, que los que son eruditos “viven en su propio mundo”.
No se suele observar, sin embargo, que este mundo propio no es el mundo del asunto o de la materia que se supone que están estudiando.
Observa esto y no te sorprenderás ante las asombrosas imaginaciones del erudito de sillón.

Cuanto más lo piensas

Cuanto mas piensas acerca de tu maestro, tanto menos puedes aprender.
Cuanto mas piensas que no deberías pensar sobre los maestros, tanto menos puedes aprender.
Cuanto mas piensas sobre ti mismo, o sobre los libros, o contra de los libros, o de la difusión de la enseñanza, tanto menos puedes aprender.
El único modo de aprender es mantener estos y otros factores en un equilibrio constante.
Esto sólo se puede alcanzar mediante la práctica dirigida.
A ciertas personas, en algunos momentos, les disgustan las prácticas.
A ciertas personas, en algunos momentos, les disgusta que se les dirija.
Eso seria excelente si estas actitudes estuviesen basadas en un discernimiento real. Pero por desgracia se basan en una forma de entretenimiento. Querer esto y no querer lo otro son manifestaciones de una aspiración inferior, y como tales, no son lo suficientemente genuinas para soportar el peso del estudio.

Idries Shah