miércoles, 10 de junio de 2009

Instalación de la energía

Todos ustedes estarán familiarizados con un factor que mencioné anteriormente y que se llama “Patrón de onda de energía”. Esto significa energía que entra, que se instala y que vuelve a salir a la superficie según un ritmo o patrón en particular.
Hasta cierto punto, cuando se instala o introduce energía en un lugar, en una situación, en una circunstancia, es posible predecir el afloramiento, esto es, cuando y donde saldrá a la superficie.
Existen ondas a largo, mediano y corto plazo. Cualquiera de estos tipos de onda puede manifestarse. Luego se produce el impacto de esta energía y, cabe esperar, la gente aprovechara. La inyección o introducción de estas ondas de energía comenzó hace bastante tiempo y siempre afloran.
Hasta cierto grado, en una especie de escala global, es posible predecir ciertos cambios, manifestaciones y movimientos, y, de alguna manera, tratar de hacer que estas ondas coincidan con las actividades o situaciones que están sucediendo en la superficie, o dentro de la gente, o en el seno de los grupos y de la sociedad.
Si la energía, que siempre es de naturaleza positiva, sale a la superficie (con un margen razonable de flexibilidad o de error) intensificará cualquier movimiento positivo y tenderá a amortiguar toda negatividad presente en ese momento, incluso una cantidad considerable de la misma.
Cuando digo que es posible predecirlo, me refiero a que es posible hacerlo en una escala de tiempo. Por supuesto, el factor clave en la ecuación es el ser humano.
Sin lugar a duda, en la medida en que un grado considerable de esta energía sea oportuna para ser usada en grupos humanos y en sociedades humanas, se volverá accesible a ellos y tendrá lugar dentro del marco del quehacer humano.
Ciertamente, el factor clave es el azar, hasta qué grado uno puede intentar predecir si las personas, grupo, raza o situación que vive la gente será desarrollada lo suficiente o será lo suficientemente armoniosa como para usar la energía cuando esta salga a la superficie y se vuelva accesible.
Entonces el factor del azar es el hombre y permanece azaroso. Si alguien dice, “Bien, suponiendo que un cierto grado de energía está accesible dentro de un área dada, para beneficio de determinada gente, en determinado momento, ¿es posible predecir, para el momento en que salga a la superficie (un mes, un año, diez años, veinte años, una o dos generaciones mas tarde, en otras palabras, trascurrido ese lapso) si ese grupo o personas habrá logrado asimilar el suficiente conocimiento, percepción y armonía para poder identificar y utilizar la energía a medida que se vuelve accesible?.
Utilícenla y no la dejen pasar.
Es impredecible porque uno no esta produciendo ni tratando de producir una sensibilidad robótica en las personas- y si bien parece una contradicción, no lo es – en donde uno influye en ellas a tal punto que quieran o no, identificaran y usaran la energía.
Esto significaría estar pensando y reaccionando por la gente, literalmente guiándola en el tiempo y hacia el lugar en donde la energía la mira a la cara.
Esto no es útil porque, incluso si uno lo hiciera, si las personas no son capaces de utilizar la energía y solo pueden reconocerla, según mi experiencia, entran en pánico, “Allí esta”, “Me han dicho que esta allí”, “Tiene tal aspecto”, “Se sentirá de tal manera”, o “Tendrá este color, esa forma”, “¿Qué hago con ella?”
No les sirve ni es una actitud caritativa para con las personas precipitarlas a circunstancias que se les ha dicho son positivas, continuas, llenas de energía, sin decirles cómo utilizar esa energía o sin prepararlas para que puedan usarla de la manera mas beneficiosa.

Extracto del lirbo Tradicion Sufi en Occidente
Omar Ali Shah