martes, 9 de junio de 2009

Un puente y su utilidad

Parecerá poco probable, pero no es una exageración decir que la gente ignora, e incluso desprecia, los materiales que podrían ser su única esperanza de escapar del pensamiento circular.
He aprendido más de la gente, de las cosas y de las ideas que muchos consideran irrelevantes, superficiales o aún inútiles, que de materiales mucho mas divulgados y burdamente destacados.
La gente que no puede o que no quiere aproximarse a estas fuentes de conocimiento, puede aceptarlas si se las expone de una manera que estén preparadas para aceptar. Esto indica las serias limitaciones de aprendizaje impuestas por la negativa de muchas personas a observar algo que les parece inservible, juzgado desde su exterior.
Pero ésta es sólo la primera parte de un proceso. Puedes “popularizar” o hacer admisible algo, pero en algún momento debes dirigir la atención hacia la cosa original.
Si debemos actuar como un puente, debemos cumplir la función de un puente, que es conducir algo de un lado al otro lado.

Las dimensiones de un pie
Recuerdo el caso de una persona que fue capaz de comprender esto, y por tanto se volvió sensible a la existencia y operación de una escuela Sufi que era imperceptible para otros, simplemente dirigiendo esta declaración de Rumi, en su Fihi ma Fihi:
“Soy un zapatero con mucho cuero, pero lo cortaré y coseré de acuerdo con las dimensiones del pie”.
Idries Shah