domingo, 26 de julio de 2009

NASRUDIN

Un día Nasrudin volvía a casa después de la plegaria del domingo y se sentía triste y deprimido. Llegó a un cementerio y vio una tumba abierta. Iba pensando: “me pregunto cómo será la muerte”. De forma que se metió en la tumba y se quedó tendido, mirando pasar las nubes; todo estaba tranquilo y en calma. Permaneció allí durante quince o veinte minutos. Mientras yacía en la tumba, un hombre llevó unos camellos a pastar por el cementerio. Nasrudin pensó:”bien, me iré a casa”. Así que saltó fuera de la tumba y asustó a los camellos. El pastor tomó un gran bastón y lo apaleó. Cuando Nasrudin llegó a casa, había pasado la hora de comer y su mujer le regañó por llegar tarde. El dijo:
- No te enfades, porque estaba experimentando la muerte.
Ella se intereso y dijo:
- ¡Que interesante! ¿Y cómo es la muerte?
- Es agradable, tranquila, ves pasar las nubes, todo está en calma y es placentero.
Solo hay un problema: si asustas a los camellos, te apalean- respondió Nasrudin.