jueves, 5 de noviembre de 2009

Historia no escrita

Ibrahin Yakubov tenía una pequeña tienda. El no era un hombre popular, ya que no pasaba tiempo con otra gente, y nadie conocía mucho acerca de él.
Nadie sabia lo que hacia en su casa, y todo el mundo quería saberlo. Nadie sabia lo que pensaba y sentía acerca de las cosas que les interesaban. Todas las demás personas en su ciudad empleaban su tiempo hablando acerca de lo que pensaban y sentían.
Cuando Yakubov murió, encontraron en su casa una hermosa alfombra que él había estado tejiendo.
- No pudo haber hecho esto para sí mismo, porque ese hombre no tenia alma- dijo la gente.
Entonces, un día apareció un “hombre con alma” y todo el mundo cayó bajo su hechizo. Y al final los destruyó: precisamente porque ellos habían decidido que aquellos a quienes llamaban “gente con alma” eran buenos, y los otros eran malos.