lunes, 6 de septiembre de 2010

Nasrudin

La preparación de la mente sufi no es adecuada hasta que el sujeto sabe que debe hacer algo por sí mismo, y dejar de pensar que los demás pueden hacer algo por él. Nasrudin coloca bajo su lupa al hombre ordinario:
Un día Nasrudin entró en la tienda de un hombre que vendía toda clase de objetos.
- ¿Tienes cuero?
- Sí.
- ¿Y clavos?
- Sí
- ¿Y tintura?
- Si
- Entonces, ¿por qué no te haces un par de botas?
El relato subraya la misión del maestro místico, esencial en el sufismo, que ofrece al presunto buscador el punto de partida para hacer algo, y este algo es el “trabajo propio”, pero dirigido, que constituye la característica mas relevante del sistema sufi.