sábado, 30 de octubre de 2010

El éxtasis ha pasado, pero tus pensamientos lo evoca,
pregúntales sobre ello, o invócalo tú mismo.
Cuando la tristeza te asalte, si eres sabio,
te preguntarás en ese momento colmado de tristeza
diciendo, “oh tristeza, ahora niegas
tu porción de gracia que te fue dada del Perfecto,
aunque cada momento no sea para ti una alegre primavera;
sin embargo, ¿qué es tu cuerpo sino como un montón de rosas, un
depósito?

Tu cuerpo es un montón de rosas, tu pensamiento agua de rosas;
qué extraño seria si el agua de rosas ignorase al montón de rosas.


RUMI