domingo, 28 de noviembre de 2010

El propósito del estudio del budismo no es estudiar budismo sino estudiarnos a nosotros mismos.
Es imposible estudiarnos a nosotros mismos sin alguna instrucción previa. Si se quiere saber lo que es el agua, uno necesita de la ciencia, y el científico necesita un laboratorio. En el laboratorio se cuenta con diversos medios para el estudio de lo que es el agua. Así es como se averigua qué clase de elementos contiene, las varias formas que toma y su naturaleza misma. Pero eso no basta para conocer el agua en sí. Lo mismo sucede con los seres humanos. Necesitamos cierta instrucción, mas ella es insuficiente para saber lo que “yo” soy en mí mismo. Mediante la instrucción podemos llegar a entender nuestra naturaleza humana. Pero esa instrucción no es nosotros mismos, es una explicación sobre nosotros. De modo que aquel que se apega a la instrucción o al maestro comete una gran equivocación. En cuanto uno halla un maestro, tiene que dejarlo y mantenerse independiente. El maestro se necesita para poder independizarse. Siempre que no nos apeguemos a él, nos mostrará el camino hacia nosotros mismos. Uno tiene un maestro por sí mismo, no por el maestro.


Shunryu Suzuki en “Mente Zen, Mente de Principiante”