lunes, 16 de febrero de 2009

Inalterado

P: El entrenamiento religioso, en todo el mundo, da mucha importancia a la necesidad de proporcionar a la gente hábitos que haga de ellos buenos ciudadanos así como los seguidores de los precedentes, de los patrones establecidos por las grandes figuras del pasado. ¿Por qué los sufíes parecen darle poca importancia a lo que les ha precedido y a las reglas establecidas en el curso de los siglos?

R: No se trata de reglas o los precedentes, sino del modo en que las personas utilizan tales elementos. Si una regla se convierte en un modo de engañarse a uno mismo, no es una regla, sino una atadura. Los hábitos son inútiles a menos que la persona con el hábito sea de tal calidad que se beneficie a sí misma y a otros con tal hábito. Muy a menudo nos encontramos con una mera imitación servil injertada en una interioridad indeseable. Recuerda lo que dice el probervio, creado con el propósito de subrayar esto:

"Un gato ciego, aún desea ratones"