lunes, 11 de mayo de 2009

Cuando “Este no es el momento” no tiene por que significar “Estoy ocupado”



Se pueden ilustrar hechos muy importantes mediante el uso de ejemplos en apariencia triviales. Además, tales incidentes son tan banales que a menudo pasan sin que los observadores lo aprecien.
A continuación expongo uno:

Un hombre joven me vino a ver y me dijo: “He venido a verlo porque estoy interesado en aprender con usted”.
Le respondí: “Este no es el momento”.
Él preguntó: “¿Está ocupado acaso?”.
Le respondí: “Este no es el momento”.
Preguntó él: “Entonces, ¿no tiene tiempo?”.
Le respondí: “No he dicho que no tuviese tiempo”.
Preguntó él: “¿Por qué no dice que está ocupado, y lo dejamos así?

Esto muestra que se encontraba en una condición mental donde sólo podía aceptar que yo estaba ocupado, y no tenia tiempo para él. Era capaz de escuchar las palabras “este no es el momento”, pero (como la mayoría de gente) su mente estaba “programada” para aceptar sólo su interpretación sobre lo que yo le decía.
Esto le dio una oportunidad de pensar o para decir a otros: “Habría hablado conmigo, pero no tenia tiempo”.
De modo que se fue sin obtener ninguna ganancia. Si se hubiese molestado en reflexionar sobre la frase “este no es el momento”, al menos habría sido capaz de decirse: “Afirma que este no es el momento. Esto puede significar que habrá otro momento mas adecuado. Un momento que no esta necesariamente conectado con el hecho de que una persona está ocupada o no”.
Podía haber aprendido. O podía haber descubierto que el asunto del tiempo era inaceptable por completo, o absurdo. Pero, dadas sus circunstancias, no pudo superar la respuesta “demasiado ocupado”, que había traído con él.
Idries Shah