miércoles, 27 de mayo de 2009

Ibn Arabi

Has de saber que desde que Dios creó a los seres humanos y los trajo de la nada a la existencia, no han dejado de ser viajeros. No han tenido un lugar de descanso en su viaje excepto en el Jardín o el Fuego y cada Jardín y Fuego es según son sus gentes.
Toda persona racional debe saber que el viaje está basado en los esfuerzos y dificultades de la vida, en las aflicciones y las dudas y en la aceptación de los peligros y grandes temores. No es posible que el viajero encuentre en este viaje comodidad, seguridad o deleite. Las aguas van cambiando, el clima varía y el carácter de las personas es diferente en cada lugar en que paras. El viajero tiene que aprender lo que hay útil en cada lugar. Permanece en cada uno de ellos durante la noche o una hora y, después, se va. ¿Cómo se podría esperar facilidades en tales condiciones?

Ibn Arabi del libro "Viaje al Señor del poder"