domingo, 31 de mayo de 2009

Nasrudin

Si tus manos están ocupadas

Muy asustado en una noche oscura, Mula Nasrudin viajaba con una espada en una mano y una daga en la otra. Le habían dicho que eran medios seguros de protección.
En su camino se encontró con un asaltante, que le robo su asno y sus alforjas de valioso libros.
Al día siguiente, cuando se estaba lamentando de su suerte en la casa de té, alguien le pregunto:
- Pero, ¿Por qué dejo que se llevaran sus posesiones Mula? ¿No tenia medios para detenerlos?
- Si mis manos no hubieran estado ocupadas – dijo Nasrudin- hubiera sido otra historia.