jueves, 18 de junio de 2009

Porque los pájaros de arcilla volaron

Un día, Jesús, hijo de María, siendo niño aún, estaba modelando pequeños pájaros de arcilla. Otros niños, incapaces de hacer lo mismo, corrieron hacia los mayores y quejumbrosamente les relataron el hecho. Los mayores dijeron: “Este trabajo no puede permitirse en Sabat”, pues era un sábado.
Por lo tanto se dirigieron hacia el charco donde se hallaba sentado el hijo de María y le preguntaron dónde estaban sus pájaros.
Por toda respuesta, el señalo los pájaros que había moldeado, y estos se alejaron volando.
“Fabricar pájaros que vuelan es imposible; por lo tanto no se trata de una profanación del Sabat”, dijo uno de los mayores.
“Me gustaría aprender este arte”, dijo otro.
“Esto no es arte, sino engaño”, dijo un tercero.
De manera que el Sabat no fue violado y el arte no pudo ser enseñado. En cuanto al engaño, tanto mayores como los niños se habían engañado a si mismos, porque ignoraban el fin que tenia el moldear los pájaros.
La razón por la que no se trabajaba el sábado había sido olvidada. El conocimiento de lo que es – o no es – un engaño era deficiente para aquellos mayores. Dónde comienza el arte y termina la acción, era algo desconocido por ellos: lo mismo sucedió con el alargamiento del tablón de madera.
También se relata que un día Jesús, hijo de María, estaba en el taller de José el Carpintero, cuando una tabla resulto ser demasiado corta. Jesús le dió un tirón y sucedió que, de alguna manera, quedó alargada.
Cuando esta historia fue contada, algunos dijeron: “Esto es un milagro; por lo tanto este niño será un santo”.
Otros dijeron: “No lo creemos, hazlo nuevamente para nosotros”.
Un tercer grupo dijo “Esto no puede ser cierto. Por lo tanto excluidlo de los textos”.
Los tres grupos, con sus deferentes impresiones, obtuvieron, sin embargo, la misma respuesta, porque ninguno conocía el propósito y el verdadero significado en la declaración: “Él extendió el tablón”.

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Autores Sufis frecuentemente hacen referencia a Jesús como un Maestro del Camino. Hay sobre él, además, una rica tradición oral circulando por Medio Oriente a la espera de un recopilador. Este cuento, contenido en formas ligeramente diferentes, se encuentra en más de una colección derviche. Los Sufis dicen que “Hijo de Carpintero” y otros nombres de oficios asignados a personajes del Evangelio son términos iniciático, y no describen necesariamente el oficio del individuo.