martes, 15 de septiembre de 2009

Trabajando a través del mundo

P: El camino sufi, tradicionalmente, trabaja dentro del mundo y se opone a la retirada del mundo – a excepción de las formas deterioradas -. Pero ¿acaso no es mejor retirarse completamente de los asuntos mundanos para concentrarse en lo espiritual?

R: Existen tres respuestas principales a esto. La primera es que éste es el camino sufi, y tanto los sufies como los comentaristas no sufies que han escrito sobre ello han atestiguado siempre los resultados sublimes de este procedimiento. La segunda es que si haces un estudio de la gente que supuestamente ha cortado las conexiones mundanas, descubres que habitualmente lo han hecho sólo de palabra, pero están todavía obsesionados por lo que en realidad son cosas mundanas. Les dan diferentes denominaciones o abandonan la codicia hacia el dinero para alentar la codicia por la espiritualidad.
La tercera respuesta es que cuando el sufi alcanza a comprenderlas, las cosas del mundo se convierten en un medio para lograr escapar de él: “Cuando naciste en este foso, una escalera se colocó ante ti”.

Existe un cuento del Mulá Nasrudin en el cual él estaba contemplando un pequeño lecho de juncos cerca de su casa. Pensó que extendería el lecho y cultivaría juncos, luego podría vender los juncos y con el dinero construiría un hermoso jardín. De repente se dio cuenta de que un lecho de juncos parecería ridículo en un jardín; Nasrudin arrancó los tallos, como primer paso hacia su jardín que, por supuesto, dependía de que el lecho de juncos se extendiese…

Idries Shah